Un edificio inteligente es una estructura equipada con materiales y tecnologías innovadoras que permita que todos sus sistemas estén automatizados y autorregulados. Usando tecnologías un edificio inteligente busca mejorar la usabilidad de la estructura, optimizar su eficiencia y aumentar su seguridad y accesibilidad. Todo esto mientras también convierten al edificio en uno más sostenible y consciente con el medio ambiente.
Por ejemplo, un edificio inteligente controla la temperatura y la iluminación mediante la incorporación de sensores que permiten optimizar el consumo de energía de la estructura. Esto puede ser muy útil en edificios con ocupación reducida o fuera de las horas laborables.
La información recolectada por los sensores es interpretada por un software, siendo capaz de atravesar por un proceso de mantenimiento predictivo de acuerdo con la ocupación del edificio y los cambios de temporada, así como demostrar reducciones significativas en las facturas mensuales relacionadas al consumo de energía del edificio.
Características
No es sorpresa que estos avances se están haciendo más común en la industria de la construcción. Para reducir el impacto medioambiental que el consumo de energía de los edificios genera, muchas ciudades en Estados Unidos, por ejemplo, ya les solicitan a los dueños de edificios que se encuentran a la venta que divulguen el rendimiento sostenible de las propiedades a las partes interesadas.
Las principales características de éste tipo de edificaciones son:
Sistemas Conectados:
Muchos edificios ya cuentan con tecnología inteligente en sus facilidades para controlas áreas específicas de la estructura. Esto no significa que ya pueden ser reconocidos como edificios inteligentes. El próximo paso para alcanzar esta distinción es asegurarse que todos los sistemas están centralizados.
Aunque un sistema centralizado no es necesario para garantizar la funcionalidad de todos los sistemas de manera independiente, tenerlo facilita una interfaz única y tablero para monitorear, controlar e identificar ineficiencias entre todos los sistemas integrados a la plataforma.
Sensores por todas partes:
Los sensores son un elemento muy importante cuando se trata de hacer un edificio inteligente. Estos permiten a los sistemas integrados recolectar la cantidad de información necesaria para maximizar la eficiencia del edificio.
Automatización
Ningún dato recolectado se pierde. Un edificio inteligente está constantemente recogiendo información que tiene que ser analizada por los sistemas en tiempo real. Este monitoreo constante permite que se hagan ajustes automáticos que pueden controlar y mejorar las condiciones a través de todo el edificio.
Beneficios
Además de hacer que los edificios sean más eficientes en términos de energía y autorregulación, estos cinco beneficios también deben tenerse en cuenta al diseñar el escenario para un edificio inteligente:
- Reducción del consumo de energía y potenciador de la eficiencia.
- Acceso a mejores conocimientos y visualización con big data.
- Mantenimiento predictivo para evitar futuras fallas.
- Mejor uso del espacio.
- Mejor valor del edificio.